Moda, Identidad y Género
¿Te has preguntado si la forma en que te vistes corresponde a la expresión auténtica de tu identidad y tus gustos personales, o más bien a las expectativas que tu entorno tiene de ti?
Hoy revisaremos como la moda, el género y la identidad confluyen a la hora de escoger cómo queremos vernos en cada ocasión.
Antes de entrar en materia, revisemos qué es el género. ¿Te lo has preguntado antes?
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el género se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres. Por ejemplo, el programa de la escuela de estudios de género de la facultad de ciencias humanas de la Universidad Nacional de Colombia , considera el género como un estructurador social, es decir, un ordenador que agrupa los «arreglos» (acuerdos tácitos o explícitos), que han hecho las sociedades sobre :
- Normas sociales y roles asignados a hombres y mujeres.
- Elementos simbólicos sobre lo masculino y lo femenino.
- Imágenes estereotipadas de mujeres y hombres, y sus diversidades.
- Identidades dominantes asociadas a las relaciones de poder entre lo masculino y lo femenino, e intragéneros.
Es así como el género es una construcción social que depende de las creencias y expectativas que tienen células sociales como la familia, las escuelas, los entornos laborales, los amigos (as), entre otros sobre cómo debería portarse una persona dependiendo si es hombre o mujer, qué debería hacer, qué se espera de él o ella, y por supuesto cómo debería vestir. Veámoslo con un sencillo ejemplo:
En sociedades como las latinoamericanas se ha pensado que las niñas deben lucir de rosado y llevar vestidos con encajes, flores, lentejuelas o adornos. Al tiempo pensamos que los regalos apropiados para ellas deben ser muñecas o juguetes de labores de la casa como cocinas, implementos de aseo o similares. Se espera por supuesto que las niñas sean calmadas, pacientes, sutiles, dulces y obedientes.
Para los niños en cambio, creemos que lo adecuado es que puedan ser vestidos de azul, por ejemplo, y deban pasar su tiempo jugando con pelotas, trenes, carros o aviones. Se espera vestirlos con pantalones o camisas y se espera que sean activos, enérgicos, rudos en ocasiones y no sucumban ante acciones de otros o no expresen sus emociones. De allí por ejemplo la famosa frase de ¨los niños no lloran¨.
Todo esto por supuesto ha venido cambiando y hoy en día entendemos que una persona no puede definirse por cómo se viste o que expresar las emociones no es ¨un tema de mujeres¨. Sin embargo, subsisten algunos estereotipos asociados a la moda según el género.
¿Te parece raro que un hombre escoja vestirse con falda y cartera?
Fuente: https://cadenaser.com/
Desafiando lo esperado según los roles de género que supuestamente indican cómo se deben vestir los hombres Mark Bryan, un ingeniero de robótica estadounidense, residente en Alemania de 61 años que adora utilizar faldas y tacones en su día a día decidió romper esquemas .
Mark lleva una vida convencional entre su trabajo y su familia, su mujer y su hija, quienes siempre le han apoyado con sus peculiares looks. «Me han dado mucho apoyo, todos saben que soy el mismo padre o marido de siempre, lo que me pongo no cambia quién soy». Mark se decidió a compartir sus outfits en las redes y desde entonces sus seguidores no han hecho más que crecer. Sus looks están compuestos por una parte de arriba más masculina con camisas, chaquetones y corbatas y una parte de abajo con falda y tacones. «Le quito el aburrimiento a la ropa», el ingeniero considera que los pantalones de hombre son muy sosos y las faldas ofrecen más posibilidades de combinaciones y de color.
Se podría decir que Mark es un activista que busca romper el concepto de que la ropa es femenina o masculina, sino que cada quién dependiendo de sus gustos y de cómo se sienta bien debería ser libre para escoger como quiere vestirse. Tampoco tiene que ver con dimensiones como la orientación sexual, pues en esta ocasión Mark ha compartido que es un hombre heterosexual. Según Mark, aquellos hombres que quieran vestir con faldas de colores vivos o tacones, deberían poder hacerlo sin importar la opinión de los demás. ¿Tú que opinas?
Estereotipos Femeninos en la Moda
En el caso de las mujeres, es interesante ver cómo hemos hecho la transición de una moda o un estilo que representara la feminidad o fragilidad femenina con vestidos ceñidos en la cintura y faldas amplias para resaltar su figura y enfatizar su papel como objeto de deseo masculino con zapatos de tacón alto para hacer que las mujeres parecieran más altas y esbeltas.
Los corsés por ejemplo del siglo XVIII que buscaban reducir la cintura de las mujeres y crear una figura en forma de reloj de arena resultaba en dificultad para respirar y moverse con facilidad.
Fuente: mobiliariocomercialmaniquies.com/
Como vimos en un anterior #Blog_XuXisca, el traje pantalón fue un símbolo de empoderamiento. En la década de 1920, Coco Chanel revolucionó la moda al popularizar el uso del traje pantalón para mujeres. Este estilo no solo representaba una mayor libertad de movimiento, sino también un desafío a las expectativas de género tradicionales. También, la camiseta como instrumento de mensaje político fue un avance. En la década de 1970, las camisetas con mensajes feministas y políticos se convirtieron en una forma popular de expresar opiniones y solidaridad durante el movimiento de liberación de la mujer.
Hoy en día las mujeres en varios lugares del mundo tenemos más flexibilidad de escoger lo que queremos llevar puesto cada día incluyendo faldas largas o cortas, pantalones y trajes e incluso corbatas y corbatines.
Por ejemplo la revista Vogue México resalta una nota en donde Consuelo Melo, directora creativa de Muss Muss, una marca costarricense enfocada en crear trajes para mujeres ejecutivas, dice que la sensualidad femenina se está reinterpretando, los roles de género se están suavizando y la moda es un gran canal de expresión social y cultural, las mujeres están utilizando todas las herramientas que tienen en su poder para comunicarlo, eso incluye trajes y corbatas.
Fuente: vogue.mx/
Finamente, la tendencia cada vez más amplia de crear prendas Unisex o «genderless» (sin género) cómodas que puedan usar tanto hombres como mujeres parece ser una línea con mucho crecimiento y cada vez más aceptación.
La tendencia de la vestimenta sin género, «genderless», neutra o unisex se destacó en los últimos años en las pasarelas de Milán a Nueva York, a pesar de que sus orígenes se remontan a Coco Chanel en la década de 1920. Esta corriente, de modelos holgados o ajustados para adaptarse a cualquier silueta, toma impulso con sus propios referentes en América Latina, en un momento de efervescencia feminista y reivindicación de la diversidad sexual.
En Latinoamérica por ejemplo dos veinteañeras chilenas engendraron en Instagram una marca de ropa «genderless» denominada Omnia cuya primera colección se agotó en cosa de minutos.
Diseñadores en Argentina, Brasil, Chile y México, entre otros, borran de sus creaciones los límites de lo tradicional para aventurarse a un estilo ligado a transformaciones sociales.
Otro ejemplo de esta tendencia en la región es Mancandy, destacada por Vogue. Las prendas ideadas por Andrés Jiménez, mayormente «oversized» o muy grandes, representan más que telas cortadas de tal o cual manera.
«El mensaje principal es la libertad. Libertad para vestir lo que te guste. Libertad para ser quien quieres ser», explica el diseñador, que persigue la comodidad de quienes usen sus diseños «con sus cuerpos y con quienes son por dentro».
Fuente: mancandy.mx/
Después de este recorrido observamos como la moda puede ser una herramienta para desafiar los estereotipos y prejuicios sociales sobre los roles de género que nos han asignados a hombres y mujeres. Poder elegir en libertad y autenticidad cómo nos vestimos es una expresión de nuestra identidad y un aporte muy valioso al respeto por la diversidad. Y tú, ¿Qué opinas?